Millones de aficionados al fitness alrededor del mundo quedaron en estado de shock cuando el gigante de ejercicios en línea Pelotón anunció que no uno, sino tres instructores estarían dejando la empresa a finales de junio.
Dos de los instructores que se van, Kristin McGee y Ross Rayburn, son de la división de yoga de la plataforma, mientras que el tercero, Kendall Toole, imparte clases en la corredora.
Para quienes no son usuarios de Pelotón, esto probablemente no parezca gran cosa. Pero para los fieles de Pelo, la noticia fue un golpe devastador. Una gran parte del éxito de Pelotón se basa en las relaciones para-sociales de los usuarios con los instructores. Como resultado, la rotación ha sido muy, muy baja para que los fans siempre puedan entrenar con los instructores que aman, y vaya que los aman.
En Estados Unidos, los eventos presenciales con los instructores de Peloton se agotan en segundos regularmente. Los instructores más populares han encontrado gran éxito fuera de sus trabajos diarios: Cody Rigsby, quien imparte spinning, fue concursante en Dancing With the Stars; Ally Love, quien imparte spinning y cardio, tuvo su propio reality show en Netflix; y Robin Arzón, la gran dama de Pelotón, ha escrito varios libros de autoayuda que se han convertido en Best Sellers y es una figura habitual en los programas de entrevistas de televisión.
La empresa cuenta con más de 60 instructores, cada uno con su propio gran seguimiento en línea. Antes de que su popularidad explotara durante el confinamiento de la pandemia en 2020, Pelotón experimentó un nivel más alto de rotación de instructores. Desde entonces, la empresa ha mantenido un elenco muy estable de instructores. Dos instructores fueron despedidos en 2022. Chase Tucker se fue por razones no reveladas, aunque los fans especularon que sus clases no estaban recibiendo muchas visitas, y no hubo mucho interés en línea como resultado.
El siguiente instructor en irse fue Daniel McKenna, un querido instructor de fitness que se fue en 2022; su sorprendente despido envió ondas de choque a través de la comunidad de Pelotón, con muchos fans afirmando que estaban abandonando el servicio por completo en protesta. Su despido resultó en una petición en línea para su reincorporación y una demanda de McKenna mismo, alegando despido injusto. La petición no alcanzó las cinco mil firmas necesarias, y McKenna retiró voluntariamente su demanda.
Desde entonces, Pelotón ha mantenido pacíficamente un plantel estable de 61 instructores, con edades entre 28 y 55 años, hasta que comenzaron a surgir noticias sobre las salidas.
El primero en anunciar su partida fue Ross Rayburn, el jefe de 53 años del vertical de yoga y meditación de Pelotón. En un video publicado en su Instagram con 56.6K seguidores, Rayburn afirmó que el éxito de su primer libro le había traído oportunidades fuera de la empresa de ejercicios en línea y que se iría para perseguirlas. Los fans tampoco estuvieron contentos.
“Estoy verdaderamente devastado”, comentó un fan. “Triste verte dejar Pelotón”, dijo otro. “Has sido uno de mis instructores de yoga favoritos desde que me uní”.
Los fans aún se estaban recuperando del anuncio sorpresa de Rayburn cuando una segunda instructora de Pelotón, Kendall Toole, publicó su propio video diciendo que ella también terminaría a finales de junio.
“Con gran consideración y muchas, muchas, muchas horas de reflexión, he decidido cerrar mi capítulo en Peloton”, dijo en un video emocional en su Instagram, donde tiene cerca de un millón de seguidores. Toole, quien también es embajadora de marca para Lululemon, era querida por los fans por sus clases de heavy metal y su actitud dura pero dulce.
Como era de esperarse, a decir por la reacción en línea, dejó corazones rotos, particularmente destacó un solo comentario debajo del anuncio por parte de Daniel McKenna, quien simplemente escribió: “YEEEESSSSSSSSSSSS FREEEEEEEDDOOOOMMMMMM”. Casi 500 personas dieron “like” a esas dos palabras, y dieron a entender que podría haber más detrás de la partida de Toole de lo que se había revelado.
El último golpe ocurrió la semana siguiente cuando la popular instructora de yoga Kristin McGee publicó su propio video muy emotivo anunciando que ella también se iba, diciendo que era momento de enfocarse en pasar tiempo con su familia, incluyendo a sus hijos gemelos de 5 años, William y Robert.
Todo parecía tranquilo, hasta que McGee republicó una cita críptica en su Historia de Instagram para sus 187K seguidores, la última frase de la cual indicaba que no todo estaba bien en el mundo de Pelotón: “Lo que no está bien es quedarse en un lugar donde no eres valorado ni apreciado”.
Los fans vieron esto como la confirmación de que algo más estaba sucediendo y que estas salidas no eran tan amistosas como se pretendía hacer creer.
En un movimiento inusual, Pelotón emitió un comunicado diciendo que las tres salidas habían ocurrido debido a desacuerdos en la renegociación de contratos: “Durante nuestra más reciente ronda de discusiones contractuales, tres de nuestros queridos instructores han elegido irse para explorar nuevas oportunidades”.
Los fans comenzaron a entrar en pánico, pensando que más instructores se irían, pero Pelotón aclaró que todos los instructores restantes habían firmado nuevos contratos y se quedaban. Con un salario anual de un instructor de Pelotón, que según rumores, puede ser tan alto como $500,000, definitivamente quedará por ver si alguno de estos tres instructores que se van podrá mantener sus ganancias a ese nivel, y dado que ninguno de ellos ha indicado qué harán a continuación, es imposible adivinar.
