Alejandro Salgado, fue eliminado de La Isla: Desafío Extremo, en medio de una gran controversia entre los fanáticos del reality show que aseguraban que Awilda había hecho trampa en el juego donde fue desterrado.
En entrevista exclusiva para Us Weekly en Español, Alejandro nos revela su perspectiva sobre los recientes escándalos de trampa, sus predicciones para el ganador y lo más difícil de su experiencia en la competencia.
Poco después de su eliminación, salieron a la luz imágenes que dejaron en evidencia a Awilda, miembro del equipo Panteras, en situaciones sospechosas que apuntaban a posibles trampas. La controversia no ha pasado desapercibida, y Alejandro compartió sus pensamientos al respecto: “Desde que salí fue todo muy rápido, pero días después me enteré de estas acusaciones. Recibí incluso algunas fotos. Al parecer, Awilda hizo algo que muchos consideran trampa. Pero bueno, lo hecho, hecho está”.
Alejandro muestra algo de preocupación por el futuro de su equipo, que no solo tiene que lidiar con estas acusaciones, sino también con las tensiones internas.
“Yo creo que las Panteras es muy probable que se desintegren, si no alinean el equipo, porque sí había muchos problemas”, afirmó Alejandro, dejando claro que el ambiente en el equipo no era el mejor en los últimos días de su participación.
A pesar de todo, su corazón está con las Panteras
A pesar de las acusaciones y de las dificultades dentro del equipo, Alejandro no duda en mostrar su apoyo incondicional hacia las Panteras. “Independientemente de cualquier cosa, es mi equipo. Yo empecé con ellos y, aunque llegamos a tener nuestros roces, siempre tratamos de mantener una buena convivencia”, señaló Alejandro.
Cuando le preguntamos a quién ve como posible ganador, Alejandro no dudó en nombrar a su equipo como sus favoritos. Sin embargo, también fue objetivo al reconocer el talento de otros competidores: “Me gustaría que ganara una Pantera, y creo que Alba tiene muchas posibilidades. Pero si hablamos de los Tiburones, probablemente sea Vivi o Adrián quienes lleguen hasta la final”.
La convivencia: el verdadero desafío de La Isla
Para muchos, el aspecto más duro de La Isla son los desafíos físicos, el hambre o las duras noches de sueño. Pero Alejandro tiene otra perspectiva: “Definitivamente, lo más difícil de La Isla fue la convivencia.
“Las tensiones y las malas energías que se generaban constantemente eran muy pesadas”, confesó. Alejandro explicó que las diferencias entre los miembros del equipo no siempre se quedaban en las pistas de competición, sino que afectaban también la convivencia diaria. “Era muy incómodo tener que soportar esos susurros y chismes las 24 horas del día”, dijo, refiriéndose a lo agotador que resultaba el ambiente conflictivo.
A pesar de lo complicado de la situación, Alejandro se mostró orgulloso de haber logrado mantener su equilibrio: “Creo que mi personalidad neutral y de no buscar problemas fue lo que me permitió llegar tan lejos sin quebrarme. Me encanta la naturaleza y, fuera de la convivencia, disfruté mucho estar allí”.
“Me voy sin rencores”
A pesar de haber sido eliminado a solo dos semanas del final, Alejandro asegura que se va de la competencia sin rencores y con una mentalidad positiva. “Las estrategias a veces duelen, pero es parte del juego. Me voy sin resentimientos hacia nadie”, expresó. Además, señaló que espera que las diferencias que surgieron durante el programa se queden en el juego y que, fuera de él, pueda mantener una buena relación con todos sus compañeros.
Aunque no reveló detalles específicos sobre sus amistades más cercanas o rivalidades, dejó claro que el compañerismo y las lecciones aprendidas fueron una parte fundamental de su experiencia. “Lo bonito que me dejó La Isla fueron las amistades. Salí al final y me hicieron una buena estrategia, y aunque duele, así es el juego”, concluyó.
Alejandro Salgado puede haberse despedido de La Isla, pero sin duda dejó su huella como uno de los competidores más auténticos y carismáticos del reality. Mientras el resto de los equipos sigue peleando por el título, “Tarzán” se marcha orgulloso de su recorrido, demostrando que, para él, la verdadera victoria está en la experiencia y en el aprendizaje personal.
