Sael, el artista de reguetón argentino que ha roto barreras en la música urbana, es mucho más que una revelación. Su camino comenzó con curiosidad y tutoriales de YouTube, pasando de autodidacta a colaborador de artistas de renombre como Manuel Turizo, Feid y J Balvin. Pero su historia es única, porque a pesar de provenir de un país sin tradición en el género urbano, logró abrirse camino a nivel global.
“Yo siempre fui una persona muy curiosa, me encantaba el reguetón desde que tenía 10, 11 años. Quería saber cómo se hacía, cómo producían las pistas, cómo mezclaban las voces. Así que empecé a buscar en YouTube, en Google, incluso en libros de producción”, recordó Sael, de 25 años, en una entrevista exclusiva a Us Weekly en Español. A lo largo de la conversación, el músico cuenta cómo sus días enteros frente a la computadora, explorando la producción musical, causaron preocupación en su familia. “Mi viejo pensaba que estaba jugando jueguitos, pero en realidad estaba educándome en lo que quería dedicarme”, comentó con una sonrisa, consciente de lo lejos que ha llegado.
El ascenso de Sael
Nacido como Santiago Elías Mercado Gómez en Villa Mercedes, en la provincia argentina de San Luis, Sael nunca tuvo referentes de música urbana en su país. En su tierra natal, las influencias musicales iban por otro lado, desde el tango hasta el cuarteto y la cumbia, pero el reguetón no tenía raíces profundas. “Crecí viendo películas como 8 Mile, de Eminem, o Get Rich or Die Tryin’, de 50 Cent, pero fue Daddy Yankee quien me marcó. Lo sentía más cercano por cantar en español”, explicó, evocando aquellos años en los que soñaba con alcanzar un lugar en la música.
Aunque lanzó su primer disco en 2019, su verdadero éxito llegó durante la pandemia con “Pase lo que pase”, un sencillo que posteriormente fue remezclado con Feid, Manuel Turizo y Andy Rivera, alcanzando millones de reproducciones. Su sorpresa fue enorme al ver cómo sus canciones empezaban a resonar fuera de su país. “Me pasa algo loco. Voy a Medellín o Miami y me reconocen, pero acá en Argentina recién estoy construyendo mi nicho”, confesó, reflexionando sobre la paradoja de ser más conocido en el extranjero que en su tierra natal.
De YouTube a la cima del reguetón
El camino hacia el éxito de Sael no fue convencional. Su pasión por la música lo llevó a aprender de manera autodidacta. “Todo lo aprendí viendo tutoriales de YouTube”, contó con modestia. “Quería saber cómo producían las pistas y cómo funcionaba todo detrás de una canción”. Este aprendizaje lo convirtió en un productor y compositor multifacético, capaz de construir un sonido propio que le abrió las puertas a colaboraciones con gigantes de la industria.
Al mirar hacia atrás, Sael admite que fue un camino lleno de retos, pero siempre tuvo clara su visión. “Soñaba en grande, siempre. No era suficiente quedarme en mi ciudad tocando cuarteto en los bares. Quería más, así que hice oídos sordos a las críticas”, confesó. Sus palabras no solo revelan su perseverancia, sino también el espíritu inquebrantable que lo ha llevado a destacarse en un género donde pocos argentinos han brillado.
Una de las claves de su éxito ha sido su capacidad para adaptarse y conectar con una audiencia global. “Tuve que modificar mi acento, cambiar algunas palabras argentinas para que mis canciones fueran comprensibles tanto para colombianos como para venezolanos”, detalló. Este ajuste no fue fácil, pero le permitió que su música trascendiera fronteras.
Versatilidad y autenticidad
Sael ha demostrado ser un artista versátil que no se conforma con las etiquetas. Si bien el reguetón es su base, ha experimentado con otros géneros en su reciente EP H.10. “H.10 es muy personal para mí. Quería hacer un disco que reflejara mi historia y cómo he llegado hasta aquí”, dijo con orgullo. Este proyecto, que combina elementos de reguetón, bachata y salsa, es una carta de amor a sus raíces y a los sueños que ha seguido con tanta determinación.
En un corto tiempo, H.10 ha cosechado más de 12 millones de reproducciones combinadas, consolidando a Sael como uno de los nombres más prometedores en la escena urbana. “Me gusta experimentar con otros sonidos, explorar lo que siento en cada momento. La música me permite contar mi historia de diferentes formas”, reflexionó, dejando en claro que no tiene miedo de explorar más allá del reguetón.
El futuro de Sael
A pesar de su juventud, Sael ha trabajado con algunos de los nombres más grandes de la música urbana. Desde J Balvin hasta Mariah Angeliq, su capacidad para componer y producir ha sido clave para su crecimiento. “Al principio no quería cantar, solo quería producir. Pero me di cuenta de que tenía que hacerlo para mostrar mi música”, reveló.
Sael sigue soñando en grande, consciente de que apenas está comenzando. “Quiero seguir sacando música y conectar con mi público, no solo en Argentina, sino en todo el mundo”, expresó. Su enfoque está claro: seguir creciendo, seguir explorando, y nunca perder de vista esa curiosidad que lo llevó de los tutoriales de YouTube a la cima del reguetón.
Sael es la prueba viviente de que, con pasión y perseverancia, se pueden romper barreras. Desde una pequeña ciudad en Argentina, con una computadora y una curiosidad inagotable, ha logrado lo que parecía imposible: hacerse un lugar en la escena internacional del reguetón. Pero más allá de su éxito, lo que define a Sael es su humildad y su amor por la música. Todavía tiene mucho que decir, y su historia apenas comienza. “Esto recién empieza”, dice con una sonrisa, como quien sabe que el horizonte está lleno de nuevas oportunidades.
